ⓒ 2009 WATV

El 9 de agosto, los miembros del Grupo de Visita de los Universitarios del Extranjero, que vinieron según la profecía que se está cumpliendo rápidamente como un rápido río, fueron llevados al seno de la Madre celestial Jerusalén.
Los miembros universitarios de 35 iglesias de 17 países en 6 continentes: Norteamérica, Sudamérica, Europa, Asia, África y Oceanía, visitaron Corea para cumplir la misión permitida en esta época, reconociendo bien el amor y el sacrificio de Dios Elohim y el valor del evangelio.

La Madre, que los esperaba hasta muy de noche, recibió con su cálido amor a cada uno de ellos y les dio consuelo y ánimo. Y también cuidaba detalladamente de todo aspecto, como sus camas, comida, etc., para que no se sintieran incómodos estando en Corea. Luego, la Madre escuchó la predicación de todos los miembros universitarios y los bendijo para que todos sean grandes obreros vistiéndose de la armadura del Espíritu Santo y tomando la iniciativa de salvar al mundo.

Los universitarios del extranjero que se emocionaron mucho al experimentar el amor de la Madre celestial desde el momento de llegar a Corea, alzaban su meta segura del evangelio para poder cumplir la misión de los jóvenes del rocío de alba, participando en el “Taller de Campamento de Verano para los Universitarios del Mundo Entero 2009”, que se celebró en Corea durante 5 días 4 noches con los miembros universitarios coreanos. Y también escudriñaron la palabra de la verdad en el Primer Congreso [WMC], visitaron el Museo de Historia de la Iglesia de Dios, viajaron a los campus de las universidades, participaron en el Seminario Internacional de la Biblia y en varios programas. Luego, rindiendo culto en el Templo de la Nueva Jerusalén; en la Iglesia de Daejeon, Seogu, en la Iglesia de Dongdaemun y la Iglesia de Gwanak, compartieron el amor celestial con los miembros coreanos.

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A través de cada programa, los universitarios del extranjero grabaron el amor de Dios Elohim en lo profundo de sus corazones, avanzando con el poder de la palabra y teniendo la fe firme. Todos ellos mostraron su ardiente entusiasmo en el evangelio. El hermano Simphiwe, de la iglesia de Ciudad de El Cabo, República de Sudáfrica, que había recibido la verdad solo cinco meses atrás, dijo: “No puedo describir en palabras el gran amor de la Madre celestial. Cuando regrese a mi país, proclamaré fuertemente el gran amor de la Madre expresándolo con mi aspecto que ha cambiado”. Y la hermana Jasmin, de la iglesia de Los Ángeles, EE. UU., dijo: “Todos los momentos aquí han sido preciosos y me han permitido experimentar el amor de la Madre. Si no hubiera visitado Corea, ¿cómo habría podido entender ese amor? Cuando vuelva a mi país, compartiré esa gracia con muchos hermanos de Sion, y despertando a los jóvenes cumpliré sin falta la misión del evangelio”.

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Los miembros universitarios del extranjero han sido llamados como los protagonistas de la profecía para ofrecerse voluntariamente en la obra de Dios. Ellos están preparando una gran historia del evangelio que se sorprenderá al mundo entero a través de sus pasos, como la palabra de Dios: “Aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande” (Job 8:7).